No creo equivocarme diciendo que, de los políticos de nuestra democracia. José Antonio Labordeta, es uno de los pocos, acaso el único, que ha dejado una verdadera "huella humana" en el transcurso de su actividad parlamentaria, por su autenticidad y sencillez en defensa de sus ideas. ¡Cuánto ganaría la sociedad votante si esta aptitud fuese la predominante en la mayoría de los diputados!.
Una vez leida esta autobiografía (no política) con los recuerdos de su pasado, entremezclados con su vivencia actual, marcada por su seria enfermedad, me hace pensar, y hojalá me equivoque, que ha sido escrita como si de su obra póstuma se tratara. En cualquier caso, el libro resulta, además de interesante, muy emotivo y valiente. ¡Ánimo y a superar la enfermedad! Son los deseos de este admirador, que también anda con el P.S.A. a cuestas.
31.07.10
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