Vuelvo a este gran escritor y, más concretamente, a sus historias en torno a su tierra valenciana de finales del siglo XIX, llenas de tremendismo y crueldad.. En esta ocasión, y con el estilo claro y sencillo que le caracteriza, nos adentra en las tristes condiciones de vida de los hortelanos de la época y su relación de dependencia con los propietarios de la tierra que cultivan, para poder mal
sobrevivir.
La tragedia y el dramatismo presentes, prácticamente, en la totalidad del relato, es, de algún modo, la consecuencia de la ignorancia e incultura "impuestas" al pueblo humilde, por los nefastos gobiernos y dirigentes, "capadores" de la libertad, padecidos por nuestro país a lo largo de la historia
03.06.05
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