Pero... ¡¡ que hijos de puta !! (Bush, Blair y Aznar). Ésta sería la frase con la que tendría que haber concluido el autor su interesante obra. En aras de lo "politicamente correcto", tan cotidianamente al uso, Carlos Elordi, creo, omitió la más que merecida mencionada expresión-calificación; eso sí, con el debido respeto a sus respectivas madres, que lo cortés no quita lo valiente.
Hecho el preámbulo, quiero dejar constancia de mi favorable opinión a este trabajo-análisis, que considero serio y honesto.
Hecho el preámbulo, quiero dejar constancia de mi favorable opinión a este trabajo-análisis, que considero serio y honesto.
A lo largo de esta crónica que nos recuerda las relaciones internacionales de España desde 1953 al 2003, se puede concluir en que, durante el periodo de gobierno de Felipe González se consiguió el mayor prestigio como país, tanto en Europa como en América, sin tener que renunciar de forma mísera a la dignidad como pueblo, circunstancia que, con la perspectiva del tiempo trancurrido, puede comprenderse en la "entrega" de Franco a E.E.U.U. (paradoja, los luchadores y victoriosos contra el fascismo en Europa, apuntalan y mantienen en el poder al dictador fascista español), y, resulta totalmente incomprensible e inadmisible en la de Aznar.
Sólamente, un ser lleno de complejos, insanas envidias, egoísmo y ambiciones innobles, en definitiva, una mala persona, puede, utilizando el poder que democráticamente le da su pueblo, llegar a creerse en posesión de la verdad absoluta (como si existiera...). Y lo que es peor, ejercerla, si es preciso, hasta matar...
Éste es José María Aznar, nuestro último representante ante el Mundo. Afortunadamente ya no nos representa. Que no tengamos que sufrir a un "iluminado" como él, nunca más.
07.04.05
Éste es José María Aznar, nuestro último representante ante el Mundo. Afortunadamente ya no nos representa. Que no tengamos que sufrir a un "iluminado" como él, nunca más.
07.04.05
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